La depresión una enfermedad de la civilización : los cazadores-recolectores tienen el remedio (por Sara Burrows)

El-gran-río-de-la-humanidad-1-900x450

Escri­to publi­ca­do ori­gi­nal­mente en Ingles en el exce­lente sitio Retourn to Now, tra­du­ci­do al español para Le Partage.


 

La depresión una enfermedad de la civilización : los cazadores-recolectores tienen el remedio

 

 

La depre­sión es una epi­de­mia glo­bal. Es la cau­sa prin­ci­pal de sui­ci­dio, la cual recla­ma más de un mil­lón de vidas por año alre­de­dor del mun­do. Uno de cada cua­tro esta­dou­ni­denses sufrirá de depre­sión clí­ni­ca en sus vidas, y la tasa aumen­ta con cada generación.

La depre­sión arre­ba­ta el sueño, la energía, la concen­tra­ción, la memo­ria, la libi­do y la habi­li­dad bási­ca de dis­fru­tar los pla­ceres de la vida, dice el autor de The depres­sion Cure, Ste­phen Ilda­ri. Puede des­truir el deseo de amar, tra­ba­jar, jugar y has­ta de vivir. Si se le igno­ra puede cau­sar daño cere­bral permanente.

La depre­sión acti­va el sis­te­ma cere­bral encar­ga­do del dolor a tal gra­do que muchos de los pacientes psi­quiá­tri­cos de Ilda­ri hablan de tor­men­to, agonía y tor­tu­ra. “Muchos empie­zan a ver la muerte como una mane­ra de escape,” dijo en una pre­sen­ta­ción en Ted Talks.

Pero la depre­sión no es una enfer­me­dad natu­ral. No es un aspec­to inevi­table de ser huma­no. Ilda­ri argu­men­ta, que como muchas enfer­me­dades, la depre­sión es una enfer­me­dad de la civi­li­za­ción. Es una enfer­me­dad cau­sa­da por el esti­lo de vida indus­tria­li­za­do y alta­mente estre­sante, que es incom­pa­tible con nues­tra evo­lu­ción genética.

La depre­sión es el resul­ta­do de una pro­lon­ga­da reac­ción al estrés, Ilda­ri afir­ma. La “reac­ción de huí­da de estrés” del cere­bro – como le lla­ma — es simi­lar a la reac­ción de lucha o hui­da, la cual evo­lu­cionó para ayu­dar a nues­tros ances­tros cuan­do hacían frente a pre­da­dores o a otras ame­na­zas físi­cas. La reac­ción de huí­da de estrés requiere acti­vi­dad físi­ca inten­sa durante algu­nos segun­dos, o – en casos extre­mos — algu­nas horas.

« El pro­ble­ma para muchas per­so­nas en el mun­do occi­den­tal es, de que la reac­ción de estrés per­du­ra durante sema­nas, meses y has­ta años, y cuan­do pasa esto, es extre­ma­da­mente toxi­ca », dice Ildari.

Vivir bajo conti­nuas condi­ciones estre­santes – como muchos seres huma­nos moder­nos lo hacen – es per­ju­di­cial para los neu­ro­quí­mi­cos como la dopa­mi­na y la sero­to­ni­na, lo que puede condu­cir a la per­tur­ba­ción del sueño, daño cere­bral, infla­ma­ción y des­re­gu­la­ción inmu­ni­ta­ria, afir­ma Ildari.

La civilización es la enfermedad

hadza-dance-tanzania_13187_990x742
Los Had­zas bai­lan­do. Hábiles caza­dores-reco­lec­tores del Gran Valle del Rift. Han vivi­do paci­fi­ca, feliz y sus­ten­ta­ble­mente por al menos 100.000 años.

Epi­de­mió­lo­gos ya han iden­ti­fi­ca­do una lar­ga lis­ta de enfer­me­dades rela­cio­na­das con el estrés como “enfer­me­dades de la civi­li­za­ción”la dia­betes, la arte­rioes­cle­ro­sis, el asma, las aler­gias, la obe­si­dad y el cán­cer. Estas enfer­me­dades abun­dan en el mun­do desar­rol­la­do, pero son vir­tual­mente inexis­tentes entre los pue­blos aborí­genes de la actualidad.

En una inves­ti­ga­ción donde par­ti­ci­pa­ron 2000 aborí­genes Kalu­li de Papúa Nue­va Gui­nea, solo se encon­tró un caso mar­gi­nal de depre­sión clí­ni­ca. ¿Por qué ? Porque el esti­lo de vida Kalu­li es muy simi­lar al de nues­tros ances­tros caza­dores-reco­lec­tores quienes vivie­ron por casi 2 mil­lones de años antes de la inven­ción de la agri­cul­tu­ra, afir­ma Ildari.

“99.9% de la expe­rien­cia huma­na fue lle­va­da a cabo den­tro del contex­to caza­dor-reco­lec­tor”, aña­dió. “La mayoría de la selec­ción natu­ral que ha escul­pi­do y mode­la­do nues­tros geno­mas están muy bien adap­ta­da a ese medio ambiente y a ese esti­lo de vida.”

Vis­ta la exis­ten­cia homí­ni­da de casi 3 mil­lones de años, desde que el homo habi­lis empe­za­ra a usar her­ra­mien­tas de pie­dra, nues­tro géne­ro ha sufri­do un rápi­do cam­bio expe­ri­men­tal desde la lle­ga­da de la agri­cul­tu­ra hace casi 12 000 años. Y en los últi­mos 200 años, desde la revo­lu­ción indus­trial, nues­tra espe­cie ha teni­do que lidiar con lo que Ilda­ri lla­ma ‘la muta­ción medio ambien­tal radical.”

Mien­tras que nues­tro medio ambiente ha muta­do radi­cal­mente, nues­tro geno­ma huma­no es esen­cial­mente el mis­mo de hace 200 años, dice Ilda­ri. “Son solo 8 gene­ra­ciones. No es sufi­ciente tiem­po (para adap­ta­ciones gené­ti­cas importantes).”

“Hay un pro­fun­do dese­qui­li­brio entre los genes que por­ta­mos, los cuer­pos y cere­bros que éstos construyen, y el mun­do en el que nos encon­tra­mos,” dice. “No fui­mos diseña­dos para el rit­mo fre­né­ti­co, pri­va­do de sueño, seden­ta­rio, confi­na­do, ais­la­do social­mente y ati­bor­ra­do de comi­da cha­tar­ra de la vida moderna.”

La cura

Aunque no está com­ple­ta­mente opues­to a los medi­ca­men­tos, Ilda­ri dice que pode­mos rece­tar toda la medi­ci­na del mun­do a la epi­de­mia de depre­sión, y no cam­biaría nada.

El uso de anti­de­pre­si­vos ha aumen­ta­do de 300% en los últi­mos 20 años, pero la tasa de depre­sión ha segui­do en aumen­to. Uno de cada 9 esta­dou­ni­denses de alre­de­dor de 12 años está toman­do anti­de­pre­si­vos en este momen­to, y uno de cada 5 ya ha toma­do en algún momen­to de su vida.

La respues­ta, dice Ilda­ri, es un cam­bio de esti­lo de vida. Afir­ma que los resul­ta­dos de su pro­gra­ma de 6 pasos han exce­di­do sus expec­ta­ti­vas más optimistas :

  1. Ejer­ci­cio

  2. Luz solar

  3. Áci­dos gra­sos Ome­ga 3

  4. Sueño repa­ra­dor

  5. No Re-Pen­sar demasiado

  6. Vín­cu­lo social

En esta pre­sen­ta­ción, se enfa­tizó la impor­tan­cia del ejer­ci­cio físi­co y la conexión social, pues son dos de los aspec­tos más difí­ciles del pro­gra­ma para los esta­dou­ni­denses modernos.

El ejercicio físico “no es natural”

Ilda­ri dice que los resul­ta­dos del ejer­ci­cio sobre la depre­sión son tan pode­ro­sos que si pudie­ran redu­cirse en una pas­tilla, sería la pas­tilla más cara en el pla­ne­ta. El pro­ble­ma reside en que el 60 % de los esta­dou­ni­denses adul­tos no lle­van a cabo una acti­vi­dad físi­ca regu­lar. El reco­noce que ésto no es su culpa. Entre lar­gos días en el sitio de tra­ba­jo, las tareas del hogar y las res­pon­sa­bi­li­dades fami­liares qué aten­der, ¿quien tiene tiem­po o energía para ir al gym ?

El sucio secre­ti­to del ejer­ci­cio, Ilda­ri ase­gu­ra, es que “no es natu­ral.” Esta­mos diseña­dos para estar físi­ca­mente acti­vos “al ser­vi­cio de obje­ti­vos adap­ta­dos”, no de ejer­ci­tar­nos como hám­steres en una rueda.

Los caza­dores-reco­lec­tores lle­van a cabo cua­tro o más horas de inten­sa acti­vi­dad físi­ca todos los días, pero si les pre­gun­tas te dirán que ellos no se ejer­ci­tan, Ilda­ri dice. “Ellos no hacen ejer­ci­cio. Hacer­lo sería una locu­ra para ellos. Ellos viven.”

“Cuan­do pones a andar una rata en una rue­da…. Se acu­clil­la­ra, y la rue­da empe­za­ra a qui­tarle el pelaje y la piel de la espal­da,” dice. Cuan­do miras los apa­ra­tos para hacer ejer­ci­cio, hay una parte de tu cere­bro que te esta gri­tan­do “¡no lo hagas ! ¡No te lle­va a ningún lado!”

Si no puedes salir a reco­lec­tar tus pro­pias nueces y bayas o cazar tu pro­pia carne, Ilda­ri reco­mien­da una bue­na cami­na­ta con un(a) amigo(a). Cami­nar por 30 minu­tos, 3 veces a la sema­na, tiene mejores resul­ta­dos contra la depre­sión que el Zoloft, añade.

Los Awa cazadores recolectores (Brasil)
Los Awá, caza­dores-reco­lec­tores del Amazonas.

Vinculo social

Otro fac­tor muy impor­tante en la depre­sión moder­na es la fal­ta de conexión social en nues­tras moder­nas bur­bu­jas de agru­pa­mien­to fami­liar. “Pasar tiem­po con nues­tros seres que­ri­dos mode­ra la acti­va­ción de nues­tra reac­ción de estrés,” dice Ildari.

El pro­ble­ma es que hemos rem­pla­za­do el tiem­po de contac­to per­so­nal con el tiem­po que pasa­mos frente a las pan­tal­las. “Nues­tros ances­tros caza­dores-reco­lec­tores pasa­ban todo el día en com­pañía de sus seres que­ri­dos.” [Ndt ; además del arte, músi­ca y rela­tan­do his­to­rias del día a día] 

Desa­for­tu­na­da­mente la enfer­me­dad, inclui­da la enfer­me­dad men­tal, lle­va a la gente a ais­larse, lo que oca­sio­na que la depre­sión empeore.

“Resiste al impul­so de ais­larte,” Ilda­ri dice, “porque cuan­do se está enfer­mo, el cuer­po te dice de apa­garte y reti­rarte. Cuan­do se contrae un resfria­do, es conve­niente. Cuan­do se tiene depre­sión, es lo peor que podrías hacer.”

city-hands-lonely-photography-rain-Favim.com-301037

Regresar a lo salvaje y a la forma de vida tribal

Lo Que Ilda­ri no men­cionó en su Ted Talk es cuán difí­cil de alcan­zar es su cura para la mayor parte de los huma­nos moder­nos. Cla­ro que a todos nos gus­taría gozar de más aire fres­co, luz solar, ejer­ci­cio, una mejor die­ta, mejor cali­dad de sueño, menos tra­ba­jo monó­to­no, y mas inter­ac­ción con nues­tros seres que­ri­dos, pero ¿quién tiene el tiem­po para eso ?

Estoy ato­ra­do aquí frente a mi pan­tal­la escri­bien­do sobre esto en un esfuer­zo de ganarme la vida, y muchos de ustedes ni siquie­ra tie­nen tiem­po de leer este artí­cu­lo porque tie­nen un tra­ba­jo sema­nal de más de 50 horas. En este mun­do no pode­mos dejar nues­tros tra­ba­jos así como así para estar menos estre­sa­dos, cuan­do el estrés finan­cie­ro crearía más estrés [Ndt ; Quizá no. Ej. Mike Sli­wa ].

En mi opi­nión, la solu­ción reside en hacer pequeños pasos. Los pequeños pasos que nos ale­jen de la depen­den­cia en la civi­li­za­ción, y hacia la natu­ra­le­za, hacia el cono­ci­mien­to de la tier­ra y una for­ma de vida comu­ni­ta­ria autó­no­ma. Estas son algu­nas de las cosas sobre las que quie­ro apren­der más mien­tras construyo este sitio inter­net. Estoy muy conten­to de com­par­tir lo que apren­do con ustedes, y espe­ro que ustedes com­par­tan su cono­ci­mien­to conmigo.

Sara Burrows

« El huma­no contem­porá­neo todavía es un espí­ri­tu del Pleis­to­ce­no per­di­do en entor­nos que muti­lan y defor­man su onto­ge­ne­sis […] Somos todavía del Pleis­to­ce­no por nues­tro geno­ma y no esta­re­mos ple­na­mente rea­li­za­dos más que encon­tran­do un eco­sis­te­ma que le sea congruente »

Paul She­pard « Coming Home to the Pleistocene »


 

 Tra­duc­ción — Edi­ción ; Danie­la Per­ales Meraz.

Print Friendly, PDF & Email
Total
0
Partages
1 comment
Laisser un commentaire

Votre adresse e-mail ne sera pas publiée. Les champs obligatoires sont indiqués avec *

Articles connexes